domingo, febrero 13, 2005

Don't you play me cheap...

Hace tiempo quise escribir una novela. Y hace menos tiempo quise escribir otra. En el marco de esta última metí muchas ideas, creo que las arruiné ligándolas a los mismos personajes, si bien no los ligué en las letras sí lo hice en mi mente.

Como un final de capítulo o de libro, se me ocurrió que, en el fondo del bolsillo de un abrigo, podría aparecer una almendra. Algo así como una señal de esperanza.

Creer que todo está perdido, ponerse la canadiense [ok] con frustración, fruncir el ceño, ir a meter las manos en los bolsillos con la intención de golpear el fondo y encontrarse, con sorpresa, una almendra. Sacarla. Examinarla. No entender. Sobre todo no entender. Y sonreir. Sonreir también arriba, tal vez por encima de no entender, que en este caso también es sonreir.

Eso.

Y que alguien entienda un final que cierra perfecto empezando.
... because I look so meek.

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