lunes, febrero 07, 2005

Gigantismo

En algunos estados mentales de no lucidez, la percepción que tengo de mí misma se altera. Como si la mente tuviera dos extremos de madera unidos por un hilo, un extremo en una orilla de un lago y el otro flotando, estirando a gusto el hilo, llegando a alcanzar sensaciones no cotidianas. La punta que se queda en la orilla es la que llega a entender esa sensación como no cotidiana y la puede retener para que después la recuerde [claro, raciocinio y memoria, pero entonces... qué parte es la que flota? -la sensorial? ok-]

Como cuando una vez me bajé de mi cama [sin estar totalmente despierta] con una pierna completamente dormida y, al tocar el piso, la pierna no respondió. Trastabillé creyendo que el aire estaba agarrándome para que no pudiera avanzar. U otra vez, que desperté con un pie dormido y al moverlo sentía una gran bota de cuero recubriéndolo.

También puedo citar todo el tema de los "brazos ajenos", que se da cuando estoy bastante cansada o con un ataque de pánico tipeando en la pc. Se ven los brazos como si no fueran parte del cuerpo, y noto cómo se mueven a toda velocidad. Bailan inconexos. Y cuando fijo la vista en todo el monitor, me mareo sintiendo todo el cuerpo por encima de mi cabeza.

Durante relajaciones, dejo de sentir superficies sosteniéndome. Una linda idea de levitación mental.

Pero en fin, el que más me divierte es el gigantismo. Consiste en estar a un paso de la primera etapa de sueño y concentrarse en una parte del cuerpo. Por ejemplo, una mano. En ese momento mi mano se siente de 3/4 el tamaño de todo el cuerpo. Para que lo entiendan mejor: una especie de nivel de gigantes del Mario Bros. 3; pero en vez de ser inmensos cubos [que, ahora que lo pienso, son cuadrados] gigantes, es mi mano o mi pie o incluso mi cabeza. Y por más que este párrafo sea tan pequeño que aparente no justificar el título del post, les aseguro que la experiencia sensorial vale un blog entero aparte.

No hay comentarios.: