miércoles, noviembre 10, 2004

Forever, and ever, and over.

El anillo de bodas. Sí, el anillo dorado, símbolo de lo efímero del matrimonio.

"Qué alegría, nos casamos! Ahora me pongo un aro de metal alrededor del dedo" ¿Pero de qué dedo? El dedo anular, cuyo nombre indica que su única función es llevar un anillo en él. Es más, si tuvieramos 4 dedos en lugar de 5, el que desaparecería sería definitivamente el anular. Piensen en la mano de E.T., tenía pulgar oponible, el dedo del medio de los otros era el mayor y el último de la mano se parecía más a un meñique. ¿Tenía anular? NO! Porque E.T. tenía una cultura muy diferente a la nuestra en la que no necesitaba ponerse un anillo en un dedo para demostrar los lazos con alguien. Es más, tener un dedo especialmente para poner un anillo, un dedo que no se pone en práctica en ningún otro aspecto de la vida, le resultaría insultivo para con el afecto que siente hacia el otro ser [esto si E.T. tuviera a alquien a quien querer, obvio que era un pobre desgraciado solo en el universo y que nadie iba a atender ese teléfono].

Más allá del tema del dedo, un anillo se pone y se saca como si fuera una media y hasta es más fácilmente. Todo el concepto casi sugiere que la persona se lo saque para atrapar algún otro pez y luego se lo vuelva a colocar sin que la pareja lo haya notado. Si el tema es unirse por siempre, ¿por qué algo removible? Se debería haber impuesto un tatuaje o algo [matching tattoos en las nalgas] para representar lo eterno del matrimonio.

Pero no, claro que no, en un principio la idea era hipócrita.

NOTA: Este post no expresa ningún tipo de reflexión profunda y en este momento no recuerdo si estoy a favor, en contra, o simplemente neutra en todo el tema de la unión matrimonial.

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